A - Qué estamos registrando?
B - El trabajo hecho…
A - Y qué trabajo se estaba
haciendo en ese momento?
B – Mmmm eso es fácil de ver, no? Bueno, estábamos indagando.
A lo evidente se
lo lleva el viento, entonces qué es “estar indagando”?
En este caso, por
un lado estaba la búsqueda de los actores siguiendo algunas consignas
puntuales: Buscar maneras de “meterse” dentro de las piedras, de amoldarse a
las piedras. Luego probar cómo suena hablar dentro de los huecos que iban
descubriendo. Los detalles de ésa búsqueda los saben ellos, lo visible es que
se empieza con una búsqueda relativamente superficial y que responde de manera
literal a la consigna para que luego eso vaya cambiando. En la medida que la
exploración se sostiene en el tiempo y se hacen más pruebas es evidente que los
actores empiezan a poner más de ellos, ellos empiezan a proponer las zonas a
probar, se entusiasman con los hallazgos y con los desafíos, “podré entrar en
ése hueco?” “Se escucha?” “Que bien se escucha desde acá! Pero si me doy vuelta
ya la voz no rebota de la misma manera…”. Lo que se iban a encontrar en cada
piedra empezó también a ser parte del desafío, en un momento fueron arañas que
aparecieron, llamativamente grandes, y eso despertó cierto estado de alerta a
la vez que profundizó la sensación de aventura.
Por otro lado
está el trabajo desarrollado por mí, que el registro fílmico permite realmente
traer a la memoria y revivir. Yo me encontraba mirando. Mirando de una manera
especial, de una manera expandida diría, con una consciencia expandida. Mirando
lo que estaban haciendo y diciendo los actores y a la vez percibiendo la
totalidad, cómo se integran o no esas presencias en el marco natural? Mirándome.
Qué me provoca? Qué me provocan? Qué me generan? Me mueven algo? Me conmueven? Y
las cosas que me provocan, me llevan en la línea que se viene instalando como
motor en Calvario? Cómo sé si es en la misma línea o en otra? Hay algo del
sentir, además del razonar, algo de una sensación, un estado en el que te
coloca la propuesta de Calvario (existente hasta el momento) que funciona como
guía.
Indagar aquí no
se trata de buscar “resolver” una escena con determinadas acciones, como
podemos hacer en algunos momentos en teatro, se trata de encontrar la
naturaleza de la performance que se está tratando de armar. En esta búsqueda la
pregunta mayor es si la presencia de actores suma a la esencia de esta
construcción o no. Esa gran pregunta se descompone en pequeñas
preguntas: qué tiene de atractivo un cuerpo en la naturaleza? El cuerpo en el
hueco atrae, por qué? Hay algo plásticamente seductor en las formas del cuerpo
adaptándose a las formas de la piedra, qué es lo que conmueve que lo hace
atractivo? Hay algo del orden de lo encontrado, lo descubierto… El cuerpo al
adaptarse a la piedra descubre la forma de la piedra y a la vez descubre
espacios donde la vista decía que no había. Se trata de un juego con la
percepción? La percepción del que mira solamente? Qué pasa con ése estado del
actor que le permite seguir buscando? Un estado de pregunta que se traduce en
una consciencia corporal expandida a la hora de encontrarse con la piedra: el
tamaño, la temperatura, la textura, el sonido que genera el hueco. Hay un
desenfocar la mirada y a la vez percibir la propia forma del cuerpo adaptándose
a la forma de las piedras. Un tiempo que se detiene a la vez que el actor se da
tiempo a sentirse en esa nueva posición. Ese proceso de adaptación sin un foco claro,
de búsqueda realizada por un explorador de los sentidos y las emociones resulta
muy atractivo. Es esto parte de la naturaleza de Calvario?
Las preguntas se
responden con intuiciones que no llegan a traducirse en pensamientos formados y
definidos, en todo caso se traducen en una fotografía de unos de los cuerpos en
determinada posición o en una nueva sugerencia a los actores. Es difícil
hablar. Difícil decir claramente, argumentar, armar ideas, y a la vez estar en
ese estado perceptivo. Se puede alternar sutilmente entre uno y otro. Por
momentos aparece una clara idea de por dónde hay que seguir y por otros es
quedarse escuchando… recuperar la posición de extranjero en ese territorio
conocido para volver a ver/ oir/ percibir por primera vez.